Con esta invitación de mi amigo me he inspirado para escribir hoy, sobre lo mucho que desvarío. Persigo un sueño, pero me canso, persigo de nuevo el sueño, pero me rindo y cuando el sueño necesita de mi apoyo..no estoy me rendí por que me cansé. Llené mi cabeza de pájaros, de cosas que no son ni serán nunca importantes pero me dan algo en que pensar para no pensar en lo que me frustra.
Otra vez tengo mi sueño, se acerca, podría ser verdad y vuelvo a perder la cabeza por que no llega, no llega nunca...está tan lejos, he luchado ya tanto por ello...no quiero luchar más, desilusiones, batacazos, migrañas mentales y no llega. Nunca será suficiente, nunca lo conseguiré. Frustrados sueños que me hacen pelear, buscar alternativas en lo malo, refugiarme en los brazos de todo lo que un día me hacía daño, para que de nuevo me haga daño.
¿donde dejé este sueño? Luche o ya no quería luchar más. Lo compliqué, puse mi vida a su servicio y aún así, volvió a dejarme vacía. Menos mal que siempre me queda amor, para ti, para todos, para él, malo malísimo y sin cambio y sin fin. No entraba en los planes del destino, pero me lo hizo creer, no pensaba dármelo nunca ¿porqué luchar? La rendición, es más fácil pasar y seguir la corriente. Pero NO, yo no puedo dejarlo pasar, dejarme llevar. Lo quiero, lo quiero todo, quiero mi sueño y el de todos a mi alrededor, quiero tenerlo, disfrutarlo y compartirlo, lo tuyo y lo mio, lo de este y lo de aquel...
¡...toda la vida persiguiendo sueños! Y cuanto más me llena más vacía me quedo después...
Que ganas de llorar...pero a medias por la tristeza, más aún de la felicidad de darme cuenta...
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