Ayer en el Hormiguero Elsa Punset trataba un tema muy interesante, la necesidad física de sentir a los demás, la manera que tenemos de relacionarnos con los personas, la manera de educar a los niños, las diferentes culturas y sus diversos momentos de expresar sentimientos. Pero lo que está muy claro es que todos necesitamos que nos demuestren que estamos ahí para alguien.
Un abrazo es algo maravilloso y cuanto más dure mejor, es algo que reconforta, da seguridad, da calor, da paz...por eso es importante, por eso deberíamos repartirlos cuando de verdad nos sintamos bien, a gusto con la otra persona.
Una de las mejoras cosas que hay en el mundo es abrazar a un bebe, este año he estado rodeada de sobris y me encanta comérmelos a besos y darles muchos abrazos, además es muy bueno para ellos sentirse queridos, si a todos nos hubieran abrazado así desde pequeñitos no habría tanto cabrón suelto por el mundo.
No nos tocamos, no nos damos besos, nos conformamos con las palabras que se las lleva el viento, hay que relacionarse más y repartir sensaciones. Espero que no quede muy empalagoso porque no era mi intención, pero para todos ¡¡¡¡¡¡un abrasooooooooo!!!!!
Bueno hay un libro muy remondable que leí hace tiempo "El Yo-piel" de Didier Anzieu-psicoanalista francés- que habla de todo esto que comentas. Y es que más allá de todo lo que se construye en nuestra mente como consecuencia de una aprehensión lógica del medio que nos rodea, hay otro tipo de partes de nuestra identidad generadas como reacción primera de estimulos como el contacto, los besos....un tipo de identidad irreversible y que se gesta desde muy tremprano.
ResponderEliminarSaludos, Charo.