Ya tengo por fin las llaves de nuestra casa, de nuestra nueva vida..y por ahora sólo puedo afirmar que eso lo cambia todo. Este post va más en función de la simbología de una llave. La que abre puertas, la que permite entrar y descubrir pero también cerrar y guardar.
Por un lado las llaves de algo nuevo dan la certeza de algo nuevo por descubrir, por crear y por vivir. Esa es la sensación que siente alguien al recibir las llaves de su propia casa y lo se por experiencia. Lo mejor y lo peor comienza entonces porque el miedo viene después cuando la sensación de dejar atrás una época, una vida, una edad...la vida en familia, es duro y a la vez emocionante. El resultado viene poco a poco y se transforma en recuerdos, en objetos que trasladas, colocas, conservas, amacenas o simplemente borras (esto con lo malo viene bien..así se evitan las acumulaciones de mierdas varias)
Cerrar una parte de la vida muy importante, despedirse de la comodidad de vivir en familia, nuestras casas que son tan bonitas y nos dejan tantos recuerdos...que de nostalgia, pero siempre están ahí y siempre lo estarán. Yo he cambiado de casa muchas veces y en algunas me he sentido más feliz que en otras pero esta tenía algo especial, bueno lo tiene.
Las mejoras cosas es que con este importante paso ahora tenemos nuestra casa, nuestra vida y todo el tiempo del mundo para vivirla :) una puerta que se abre y un rallo de sol que se cuela por la ventana y todo lo que he buscado en los últimos años, ahí para nosotros. Con estas vistas desde mi venta...
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